En Puerto Madero, participan expositores de todo el país; algunas de las obras se ofrecen a 1000 pesos
Por Alejandra Rey
| LA NACION / Sábado 06 de agosto de 2011 | Publicado en edición impresa
Ni ellos, los agotados organizadores, imaginaron que
la propuesta iba a despertar tanto interés. Por eso, ayer, cuando abrió
su segundo día al público, la feria ArtSale ya se consideraba un éxito, y
en voz baja se hablaba de una nueva tendencia dentro del arte local,
que pretende sostenerse en el tiempo.
Es que todo ayudó (hasta el día de sol) para que más de
100 artistas emergentes de todo el país pudieran mostrar sus obras -más
de 300- a precios asequibles. En el primer día de exposición, las 600
personas que visitaron el barco Madero Mystic, sede de la muestra,
compraron el 40% de lo expuesto.
ArtSale, una innovación en su tipo, funcionará hasta hoy
en esa nave, fondeada frente a las calles Azucena Villaflor y Olga
Cosentino, en Puerto Madero. Allí, el público puede entrar en forma
libre y gratuita, y disfrutar de una exposición de telas, fotos,
instalaciones, esculturas y tallas, y comprar cualquiera de las obras,
cuyos precios van desde 300 hasta 5000 pesos.
"Cada artista -dice a LA NACION Grace Grisolia,
organizadora del evento- tiene la obligación de vender una de las obras a
1000 pesos o menos, porque la idea es llegar a todo el mundo y lograr
lo que nos propusimos: conectar a los artistas emergentes con los
auspiciantes y educar a los nuevos coleccionistas."
Hoy, por ejemplo, además de las obras expuestas, será
también el turno de los chicos, que podrán pintar cuentos con Andrea
Arcuri y presenciar las intervenciones a cargo de grupos de artistas,
mientras sus padres pasean por cubierta, admiran los detalles de jóvenes
promesas y charlan con los autores. Es que la muestra -que tiene en
Daniel Genovesi al artista revelación- pretende según los organizadores
llegar en un año a tres eventos similares en el interior del país para
permitirles a los más de 200 artistas que quedaron sin poder exponer y a
los que se anoten ingresar en el circuito.
Mientras LA NACION charlaba con el escultor cordobés
Néstor Budano, de 33 años, un visitante compró dos de sus obras, hechas
en hierro directo, una técnica que, según cree, practica sólo él; una
muestra del buen recibimiento que tuvo la muestra. La venta produjo una
enorme alegría entre los demás artistas presentes, como Betina Levin,
Pau Canto, la encantadora Patricia Indij -que viene de exponer en
París-; la uruguaya Micaela Núñez, Marcela Pereyra, Cecilia Díaz,
Cecilia Macedo Rivera, Analía Castrillo, Male, Marisol Vázquez
Santamarina y la norteamericana Felice Physioc, que se encarga de las
ventas, que aplaudían contentas.
"¿Vos sabés lo que es para nosotros exponer en Buenos
Aires -decía Pereyra- con gente como Milo Lockett o Eduardo Pla? Es
genial; nos da mucho gusto y, si encima vendemos, mejor."
El artista Juan Dana pintó ayer un mural, mientras
algunos padres acompañaban a sus hijos a elegir obras. "Es verdad que
aún se compra arte para ver si pega con el sillón, pero también se
aprende", dijo Indij.
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