martes, 2 de agosto de 2011

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YO VIVO EN UNA CIUDAD…
(2da vuelta)

Actitudes y preguntas al finalizar las elecciones de la ciudad de Buenos Aires
* Por Mariano Molina

Hace unos días, un entrañable amigo me criticaba con insistencia por haber adjetivado las actitudes de algunos dirigente políticos, frente a las elecciones porteñas. Me planteaba que eso sigue generando enfrentamientos o rencillas sin sentido. Hoy, tratando de hacerle caso, voy a optar por nombrar algunas particularidades e invitar a los lectores a que cada uno saque sus propias conclusiones y elija caracterizar o definir varias de las actitudes en las elecciones que finalizaron hace horas.
Luego de la primera vuelta, escribía que todo ese abanico social y político que se identifica con ideas populares, progresistas o de izquierda y que muchos resumen, o resumimos, en el “campo popular” hemos sufrido duras derrotas y seguimos sin aprender lo importante de una unidad concreta y no abstracta, que no implica negar la diversidad y diferencias. Este amplio triunfo de Macri y el PRO también habla de nosotros, nuestros límites, miserias e inconvenientes. Nos falta unidad, pero también nos falta un mensaje que pueda interpelar a los votantes de otros espacios políticos o con diferencias importantes a las nuestras. 
Una vez hecha esta aclaración, para dejar en claro que no me ubico por afuera, paso a describir algunas características de las elecciones en la ciudad de Buenos Aires que me interesa resaltar.
En la ciudad–capital de Argentina gobierna un empresario perteneciente a uno de los grupos económicos que más se aprovecharon de la patria contratista y el gobierno es manejado por empresarios surgidos de sus amistades o negocios. Ellos son los que timonean el barco del gobierno porteño y ocupan los lugares claves. Los “políticos” sólo cumplen sus órdenes, se llamen Rodríguez Larreta, Pinedo, Ritondo, Lombardi o quien usted quiera elegir. Claramente es un gobierno manejado por empresarios muy adinerados y son ellos los que deciden. ¿Alguien tiene duda? El señor Durán Barba es la cara visible, en estos últimos días, del aparato de marketing de una empresa que se denomina Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. También la Iglesia y el Opus Dei cuentan con una considerable presencia dentro de los ámbitos estatales de la ciudad.
Creo sinceramente que el actual gobierno porteño es un gobierno de derecha con ribetes de fascismo muy declarados en estos años. Alguno dirá que exagero y otro que la derecha siempre es fascismo. Pienso que hay alguna diferencia entre derecha y fascismo o entre la derecha y el actual gobierno de la ciudad, por eso a veces divide tanto las aguas y se generan tantos enfrentamientos.
Muchos votantes de Mauricio Macri saben de sus actitudes xenófobas frente a los inmigrantes, en una ciudad donde la mayoría procede de otras provincias u otros países. Sin embargo apoyan las actitudes y prácticas discriminatorias, las conocen y las eligen como propias. ¿Cómo denominamos a estos votantes?
A muchos ciudadanos no les importa la totalidad de la ciudad y optan por mirar sólo a su alrededor. No necesitan al Estado para su educación, salud, vivienda o trabajo. Por lo tanto poco les importa un Estado que ayude a la igualdad de oportunidades reales. ¿Cómo definimos a estos votantes?
Hay vecinas y vecinos que optaron por su antikirchnerismo y le dieron un voto a Macri. Para ellos es más importante una “derrota” de Cristina que la continuidad del actual gobierno de la ciudad. ¿Cómo calificar a esos votantes?
A los hombres y mujeres que se apartan de la vida política, no les interesa en lo más mínimo los destinos colectivos y son indiferentes frente a los diversos gobiernos. ¿Cómo los podemos denominar?
Quienes están contentos con la actual gestión de la Ciudad de Buenos Aires, apoyan sus políticas y las promueven. ¿Cómo se los puede calificar?
Quienes apoyan una mayor autonomía de la Ciudad, intentan transformarla en una provincia, piden el manejo del puerto y otras cuestiones más cercanas al siglo XIX que al actual. ¿Cómo les podemos decir?
Hay quienes saben que en la ciudad las escuelas construidas sobran en los dedos de una mano, los presupuestos sociales fueron disminuidos, al hospital Garrahan le quitaron 100 millones de pesos y las viviendas sociales no llegan a doscientas en cuatro años. A quienes saben esto y deciden apoyar al PRO o no votar ¿cómo se los puede caracterizar?
A los sectores medios y altos de la Ciudad que ven en Macri un representante de sus intereses y lo votan en masa en barrios como Belgrano, Palermo, Recoleta o Núñez, ¿cómo se les dice?
En estos cuatro años, el gobierno local creó un grupo de choque para apalear y expulsar a los pobres que viven en la calle, generó para-policiales frente a necesidades de vivienda como en el Parque Indoamericano y prohibió la fabricación de medicamentos genéricos creados desde el estado municipal. A quienes dicen que son de izquierda o progresistas y optaron por no votar o hacerlo en blanco, ¿cómo se los puede denominar en estas situaciones?
¿Y quienes por lo bajo te plantean que Filmus y Macri no son lo mismo, pero públicamente se hacen los giles y esconden la cabeza como el avestruz? ¿Y quienes se callan porque priorizan la interna de su agrupación o sindicato? ¿Cómo se las puede calificar a estas actitudes?
¿Y las agrupaciones kirchneristas que no se la jugaron a fondo en esta segunda vuelta? ¿Qué podemos decir de ellas?
Acá no hay inocentes. Todos (y todas por supuesto…) asumieron decisiones. Quien escribe también. En estos momentos de avance de derecha, la actitud no es tirar la basura para afuera o no responsabilizarse por errores propios. Sólo pedir que cada individuo y agrupación se haga cargo de las actitudes tomadas y de sus decisiones. Es un grado de madurez necesario…
En momentos en los que se definen los destinos colectivos de las muchedumbres porteñas, con respeto, sinceridad, sin las falsedades que siempre intentan imponer los medios masivos de comunicación y la cultura imperante, es importante asumir posiciones. Hoy nadie va a poder decir “yo no sabía…”
Cada uno habrá ido adjetivando o caracterizando las diferentes actitudes que intenté describir, incluso la del autor de estas líneas. Ni desprecio, ni asco, ni contemplación… Solo hacerse cargo. Parafraseando a Horacio Gonzalez, entre la falsa cortesía y los debates a fondo, opto e intento por esto último y asumo las consecuencias…

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